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La Economía de la Atención y la Sobrecarga Cognitiva
La atención es un recurso neurológico finito. La Teoría de la Carga Cognitiva postula que nuestra memoria de trabajo tiene una capacidad limitada para procesar información. El entorno digital moderno nos somete a una sobrecarga constante, forzando un continuo cambio de contexto (task-switching). Contrario a la creencia popular del "multitasking", el cerebro no realiza tareas en paralelo, sino que alterna rápidamente el foco atencional entre ellas.
Cada uno de estos cambios conlleva un "coste cognitivo": una pérdida de tiempo y de eficiencia mental. Este hábito de alternancia degrada la capacidad de atención sostenida (la habilidad de concentrarse en una única tarea por un período prolongado) y el control inhibitorio (la capacidad de ignorar distracciones). A largo plazo, este entrenamiento en la distracción puede mermar nuestra habilidad para el pensamiento profundo (deep work), que es la base de la adquisición de conocimiento y la producción de trabajo de alta calidad.